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El proyecto
Emotional Driving: un proyecto innovador por y para nuestra gente

Para todos los que conformamos Gonvarri Steel Services, ser una empresa socialmente responsable va más allá de tener que abordar la triple cuenta de resultados como un todo e integrar conjuntamente los aspectos intangibles.

Para todos los que conformamos Gonvarri Steel Services, ser una empresa socialmente responsable va más allá de tener que abordar la triple cuenta de resultados como un todo e integrar conjuntamente los aspectos intangibles. Es, sobre todo, el compromiso con las personas, con nuestra gente; y por extensión, también con la sociedad y con el entorno que nos rodea. Una responsabilidad que, en nuestro caso, abarca mucho más que la formación  o los beneficios sociales; que llega mucho más allá de la conciliación y la igualdad de oportunidades; que significa mucho más que comunicación fluida o desarrollo profesional; que aborda mucho más que salud, seguridad u orgullo de pertenencia. Es todo eso y más. Porque, si hay algo verdaderamente importante en esta compañía, son las personas. Y si hay algo prioritario, es el compromiso con nuestra gente.

Siguiendo este principio, desde los departamentos de Comunicación/Sostenibilidad y Recursos Humanos hemos impulsado el Proyecto Emotional Driving, centrado en la Seguridad Vial, y concebido por y para los empleados; porque para nosotros su seguridad y la de sus familias es un asunto clave y prioritario.

Una alianza estratégica entre ambos departamentos que nació hace cinco años y que ya está dando abundantes frutos, tanto en el aspecto humano como en el corporativo. Y que además del reconocimiento (y el agradecimiento) interno está cosechando también no menos reconocimientos externos, en forma de premios y de prestigio.

A la hora de plantear Emotional Driving, nuestro principal reto era llamar a la movilización, que todas las personas de la compañía entendieran el proyecto y participaran en él; que asumieran que la preocupación por salvar vidas requiere tantos esfuerzos como la actividad laboral cotidiana. Comprendimos que la mejor manera de convencerles de que se trataba de un proyecto importante era apelando a todos los ámbitos personales, compartiendo las vivencias de accidentados y de profesionales de la seguridad vial; formando a la gente en riesgos, prevención y actuación; poniendo cara a las motivaciones y problemas de los propios compañeros; y participando en un juego conjunto con recompensas para ellos y para una buena causa. Esto es, abordando el lado emocional, el racional y el vivencial.

En definitiva, un nuevo concepto de seguridad vial que, a través de mensajes positivos, nos motiva a conducir de una manera más responsable.

No se trata sólo de comunicar o formar, sino de echar raíces en la vida de todos los participantes, para que cuando se suban a un coche recuerden esa formación, esas motivaciones de sus compañeros, esas lecciones de los profesionales, esos testimonios que nos enseñan que en la carretera no se juega… Si nos aseguramos de que hacemos todo lo posible para aportar nuestro granito de arena a la prevención de los que tenemos más cerca, al final el esfuerzo de todos habrá merecido la pena.

La fortaleza del proyecto, y principalmente su éxito de participación, consiste en integrar tres fases —experiencia, concurso y formación— que a través de mensajes positivos y testimonios cercanos aúna lo racional y lo emocional, lo formativo y lo experiencial, lo didáctico y lo lúdico, y consigue calar poco a poco, pero de forma continua, en el día a día de nuestros empleados.

No podemos olvidar que hemos tenido la suerte de encontrar un compañero de viaje excepcional como es la “Asociación para el Estudio de la Lesión Medular Espinal” (AESLEME), que ya formaba parte de nuestro Plan de Acción Social. La asociación es parte crucial en este proyecto, por su participación e implicación en las distintas jornadas y por fomentar la participación de los equipos, doblemente motivados por el interés de ganar (en la fase de concurso) y porque todos los puntos acumulados en los juegos son canjeados y donados automáticamente a la asociación.

El Proyecto Emotional Driving ha supuesto un gran estímulo para todos y nos ha permitido enfrentarnos a una verdad  incómoda pero ineludible: la Seguridad Vial.

Con una tasa de participación superior al 95%, compartido con cientos de personas en cada edición, esta iniciativa no puede ser más que el punto de partida para reafirmar el  compromiso con nuestra gente, que para nosotros es lo más importante, lo más valioso.

El Emotional Driving es, pues, un reto colaborativo que hemos propuesto a nuestros trabajadores para motivarles a conducir más seguros y sensibilizarlos en torno a los beneficios de este tipo de conducción. Queremos partir del concepto Emotional Driving y buscar el contenido emocional positivo, sin el componente punitivo y trágico que acompaña tradicionalmente a la Seguridad Vial. Muy al contrario, lo que se pide a los participantes es que reflexionen sobre qué les motiva para conducir seguros.

Durante la Jornada, todos los trabajadores pueden participar en diferentes actividades, charlas y conferencias, divididas en tres fases:

  1. Fase Experiencial (Jornada de Seguridad Vial)

Estas jornadas incluyen simuladores manejados por formadores expertos, en los que los asistentes pueden vivir experiencias de seguridad vial casi reales (vuelcos o choques a baja velocidad, por ejemplo), con el objetivo de formarles y sensibilizarles para una correcta conducción.

Muy importante en esta fase son los testimonios de personas implicadas en los accidentes de tráfico, tanto víctimas (lesionados de médula espinal) como profesionales que ofrecen atención a las víctimas (bomberos, policías y médicos). Testimonios muy duros, sinceros y cercanos, y en ocasiones sobrecogedores —como la propia realidad— que calan muy hondo, y llegan a emocionar profundamente a todos los presentes.

Finalmente los propios directivos de la compañía apoyan la jornada y animan a la participación y la reflexión.

  1. Fase Emotiva o de Reto (Emotional Driving Challenge)

Todos los que quieran pueden participar en este concurso en el que compiten por premios y puntos, obtenidos mediante votación abierta. El concurso se basa en lo que motiva a cada persona a conducir más segura; cada uno debe escribir su motivación y publicarla para compartirla con sus compañeros y que éstos la puedan votar.

Al final, los puntos conseguidos son canjeados en euros por una donación solidaria colectiva a beneficio de Aesleme.

  1. Fase Racional (Curso de Formación)

El componente racional lo aporta un curso formativo en LTC-University en el que se tratan las principales áreas de riesgo que afectan a la seguridad vial: peatones, el factor humano, condiciones de la vía y condiciones del vehículo. Este curso también computa para el ranking global de puntos conseguidos por cada uno de los participantes.

La acogida no ha podido ser más satisfactoria: en cada edición, todos los empleados pasan por las formaciones y disfrutan de la jornada. Los testimonios son realmente impactantes y la participación en el desafío es ejemplar. Cientos de mensajes positivos y emotivos se suben a la web para compartirlos con todos los compañeros, y también se pegan físicamente en el panel instalado en el evento. Cada respuesta publicada compite por recibir los votos de los participantes, y los ganadores de cada semana se llevan experiencias de ocio y aprendizaje sobre lo importante que es conducir de forma segura y responsable.

La primera edición de la campaña se celebró en la planta de Madrid, el 19 de diciembre del pasado año. El éxito de esta primera edición de la campaña fue incuestionable: una participación del 95%, una tasa de satisfacción del 91%, un incremento del 64% de los cursos completados, un 29% de aumento en el acceso a la intranet y un 36% más de interacciones. Un éxito que se ha reflejado también en el exterior, obteniendo algunos de los premios más prestigiosos a nivel nacional e internacional: International CSR Excellence Award 2015, International Business Award (Gold Stevie Winner), Premio Publifestival de Acción Social y Comunicación Interna de los RRHH, Best Practice en Seguridad Vial Laboral para la DGT, entre otros.

Pero esta primera edición de la campaña solo supuso el inicio de algo que hemos llevado a lo largo de este año a más y más lugares de la empresa. La planta de la localidad de Cancienes, en Asturias, acogió la jornada de lanzamiento y el reto en marzo. Y le siguieron Barcelona, Navarra, Galicia, Alemania, Colombia… por ahora. En todas ellas el éxito ha sido idéntico al de la planta de Madrid, en participación, en satisfacción y, por encima de todo, en concienciación y sensibilización.

Iniciativas como el Emotional Driving suponen una apuesta definitiva: después de años tratando de mejorar el equipamiento de las vías, creemos que es la hora de prevenir y concienciar a nuestros trabajadores en materias de Seguridad Vial. Y qué mejor manera de hacerlo que con testimonios y experiencias reales que conciencien; con un juego que fomente la participación y la sensibilización; y con cursos de formación que nos ayuden a prevenir los accidentes de manera efectiva. Un proyecto que trata de alinear la parte racional con la inmersión emocional, para conseguir que todos los ámbitos de nuestra vida se vean impactados. Creemos que esa es la mejor de las apuestas. Una apuesta ganadora, sin duda.

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